LAS 7 MEJORES FRASES DE WAYNE DYER
Las frases de Wayne Dyer
nos demuestran por qué llegó a ser uno de los psicólogos más relevantes en el
área de la autoayuda. Exploró diversos aspectos espirituales
sobre la experiencia humana con un propósito firme: ayudar a las personas a entenderse,
a mirarse a sí mismas y comenzar a cambiar conceptos, ideas y actitudes para
invertir mucho mejor en su crecimiento personal.
Wayner Dayer hizo fácil lo difícil.
Recogió gran parte de los pilares más representativos de la psicología para
hacerla cercana y práctica, trayéndonos siempre una visión positiva, íntima y
constructiva sobre el desarrollo humano.
Frases de Wayne Dyer para
reflexionar
Dyer fue psicólogo, profesor,
uno de los escritores con mayores ventas en el campo de la motivación y el
crecimiento personal, así como uno de los conferenciantes más exitosos de todos
los tiempos. Estas frases de Wayne Dyer nos demuestran, sin duda, la esencia
de esa sabiduría que todos deberíamos aplicar en el día a día.
1. Tu actitud hacia la vida
«Si
cambias la forma en que miras las cosas, las cosas que miras cambian».
Algo que Dyer solía repetir a menudo
en sus libros es que «estamos a sólo un pensamiento de cambiar nuestras vidas». La
felicidad por mucho que nos sorprenda no es más que una actitud hacia la vida.
2. La atención selectiva
“Si
crees que funcionará, verás oportunidades. Si crees que no lo hará, verás
obstáculos”.
Admitámoslo ¿cuántas veces nos hemos
echado atrás ante un sueño porque no confiábamos lo bastante en nosotros
mismos? A menudo lo hacemos, vemos más muros que caminos abiertos y nosotros
mismos nos colocamos las trampas en nuestros pies. Liberémonos de esa
atención selectiva que solo ve lo complicado para extender perspectivas y
vislumbrar también las oportunidades.
3. No seas tu propio enemigo
«Recuerda
que no puedes fallar en ser tú mismo».
Siempre será preferible que nos
odien por lo que somos a que nos amen por aquello que no nos identifica ni
define.
Al fin y al cabo, no hay peor
fuente de sufrimiento que alejarnos de nuestro propio ser, de nuestras
esencias y ese norte personal donde mente y corazón se ajustan.
4. Lo que cuenta es el presente
“Deja de comportarte como si la vida fuera un ensayo. Vive como si hoy
fuera tu último día. El pasado ya no existe y el futuro está por crear”.
No damos la suficiente importancia a las cosas que nos
envuelven y, de hecho, hasta nos descuidamos a nosotros mismos.
Dejamos pasar la vida preocupándonos por el ayer, situando nuestras ansiedades en
un futuro que aún no ha ocurrido y descuidando a su vez todo lo maravilloso que
acontece ahora mismo ante nosotros.
Seamos constructores de
nuestra historia de forma responsable, centrémonos en el aquí y ahora
para ser arquitectos de nuestra felicidad, oteadores de oportunidades y
experimentadores de la felicidad de las cosas sencillas.
5. Arriésgate
“Lo desconocido es el lugar donde se produce el crecimiento”.
Lo desconocido abarca ante
nuestros ojos un amplísimo territorio inexplorado donde crecen todos nuestros
miedos. Es ahí donde el eco de una voz rotunda nos dice que es mejor
no arriesgar, que lo ideal es quedarnos tras la barrera de la zona de confort donde
nada nuevo sucede pero donde al fin y al cabo, estamos seguros.
Nadie crece en ese espacio reducido
donde todo es fácil, donde todo es conocido. Tal y como nos recordaba Wayne
Dyer «nunca debemos subestimar el poder de cambiarnos a
nosotros mismos, porque en cuanto confiemos en nuestras capacidades, seremos capaces
de obrar milagros».
6. Domina tu interior, céntrate
«Una mente en paz, una mente centrada y que no se centra en hacer daño a
otros, es más fuerte que cualquier fuerza física en el universo».
A veces llenamos nuestra mente de
un ruido excesivo, del rumor de los pensamientos negativos, de las actitudes
desgastantes…
Todo nuestro poder está ahí, en
nuestra mente, sin embargo, debemos aprender a calmarla, a centrarla. Para
ello, debemos ser capaces de conectar con nuestro interior y atenderlo,
escucharlo, sanarlo, darle paz…
7. Aprende a ver lo mejor de las
personas
“Encuentra la luz en los demás y trátalos como si eso fuera todo lo que
vieras en ellos”.
Quien parte de la desconfianza y sólo
ve defectos en los demás, así como hechos sancionables, fallos, manías y
conductas negativas, tiene sin duda un largo camino en esa aventura del
crecimiento personal. ¿La razón? Quien sólo ve defectos es que en su
interior sólo hay carencias y lagunas donde habita un ego peligroso,
además de una peligrosa baja autoestima.
Quien está bien consigo mismo no se
obsesiona con los defectos ajenos. Es más, obsesionarnos con «es que no hay
nadie que se salve, todo el mundo es egoísta y desconsiderado» solo nos
traerá infelicidad y sufrimiento. Sin embargo, ser capaces de ver la
luz en el corazón ajeno nos aportará esperanza y bienestar.
Para concluir, estas frases de
Wayne Dyer son un pequeñísimo ejemplo de todo lo que nos enseñó a través de sus
inolvidables libros. Cabe decir que fue uno de los psicólogos más perspicaces a
la hora de trasmitir qué prácticas y enfoques psicológicos son los más útiles y
sensatos para dar forma a una vida más sana y satisfactoria. Ahí donde nunca
faltó un principio vertebrador en toda su obra, el del amor y la bondad.
Valeria Sabater
Artículo adaptado de la pág. La mente es maravillosa
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