SÓLO SUFRES CUANDO (TE) COMPARAS
Las fiestas de fin de año... para unos son fiestas, para otros pesadillas. El ser confrontado a amigos y familia que -quizás-, realizaron sus sueños y proyectos, que lograron éxitos o tienen una familia dónde todo parece ir mejor que en la tuya. La mayor fuente de insatisfacción o infelicidad es... compararnos. ¿No sería mejor crearnos con nuestra propia personalidad bien distinta? (No te pierdas el último párrafo) Cuando nos comparamos con alguien que presume ser mejor que nosotros o cuando alguna persona nos dice: “Mira cómo lo hace tal o mira qué bien lo hace cual”, “todos lo hacen mejor que tú”, y otras opiniones parecidas, inconscientemente esas vibraciones negativas te van creando un complejo de inferioridad, a no ser que estés preparado para recibirlas y, como hoy se dice, “pases de ellas”. Tú eres tú. Una persona única, individual, extraordinaria. La sociedad quiere hacer de ti un robot que siga las modas (consumismo). Que sirva...